Hambre, hambre, hambre... me pegaría todo el día comiendo; la Marmita de Obelix a mi lado, se queda pequeña con todas las ganas que tengo de comer siempre... además, es que como con ansía, con avaricia, con GULA.
La Gula, es el apetito desordenado de la comida y la bebida... y si de comer voy fino... (doy gracias a que me cuido de lo que como) la bebida es mi perdición, se puede decir que lo mio, exagerándolo un poco, roza el alcoholismo; y es que yo, los días de resaca, desayuno un "marianito" (martini rojo con oliva) así, a palo seco, cual machote que soy. Menos mal que llevo una promesa en marcha, desde la boda (ver post anterior) no he vuelto a probar gota alguna de alcohol.
Desde el punto de vista de pecado capital, podemos decir que Dios (por decir algo) puso en el comer un placer que tiene como su propósito la
garantía de la función nutritiva para la conservación de la vida del
individuo. En sí, experimentar ese placer no implica ningún pecado, y no experimentarlo sería una deformidad fisiológica, además de una solemne estupidez.
Pero desde el pecado original, el apetito concupiscible ha sido retraído
del control de la razón y tiende a exceder los límites de la razón.
Entonces esta sensación se hace pecaminosa, porque la naturaleza del
hombre es racional y lo que va en contra de la razón es malo para la
naturaleza humana. Es decir, que si comes con avaricia y deseo... la has cagao bacalao, vas a ir a los infiernos y será entonces el diablo quien te coma con patatas.
Pero es que no lo puedo evitar... es pasar por una pastelería, y parecer un perro hambriento babeando por doquier... chocolates, pastas, hojaldres... me comería todo! y eso, cuando me da por lo dulce, que ni te cuento cuando los antojos son de salado... aquí ya tenemos más variedad. ¿Como sabemos que se trata de Gula? aquí te dejo unas pequeñas pautas: comiendo fuera del tiempo apropiado y sin necesidad; comiendo con
demasiada avidez; buscando comida exquisita; preparando comida de
excesiva exquisitez; comiendo una cantidad excesiva. Cuando te veas en alguna de estas situaciones... estás en pecado mortal.
¿Quienes se salvan? ... pues después de leer sobre el tema, he llegado a la conclusión de que solamente se liberan de este pecado aquellos que estén de régimen... para evitar la gula:
1) Intentar gradualmente, disminuir la cantidad de comida hasta que uno alcanza la cantidad que es necesaria para la salud del organismo. Lo mismo que se hace en los regímenes!
2) Evitar la singularidad en la calidad o cantidad de la comida tomada. Lo mismo que se hace en los regímenes!3) Mortificarse positivamente en el uso de la comida, por ejemplo, renunciando a ciertas satisfacciones lícitas en la comida; absteniéndose de alguna comida que es particularmente sabroso o tomando una porción más pequeña; dejar de beber vio o licor cuando uno puede hacerlo prudentemente, o reduciendo su uso a un mínimo. Igualito, igualito, igualito que en los regímenes!!!
Así que ya sabéis, si no queréis pecar... A dieta!!!